Los Beatniks graban en 1966 el primer disco del rock nacional: Rebelde
REBELDE  

www.dospotencias.com.ar/rebelde ---------- se actualiza permanentemente ---------- suscribite al MAIL LIST: debates / fotos / MP3 / datos ---------- www.dospotencias.com.ar/rebelde -----------

rebeldealdia.GIF (8004 bytes)

MENU REBELDE AL DIA

Un libro fue editado en Buenos Aires en 1993. Su autor lo tituló "Tanguito: la verdadera historia". Un libro donde desfilan realidades e irrealidades, historia y mitología. No hay sentencias ni certezas. Solo un museo de testimonios y, sobre todo, de contradicciones. Victor Pintos, periodista, tuvo la honestidad de no escribir una sola línea en este trabajo investigativo que posteriormente sirvió para elaborar el guión de la película "Tango Feroz", un pálido reflejo de lo que sucedía en el incipiente Buenos Aires rockero de los 60. Y polémica, por ese extraño capricho de los cineastas de dramatizar la vida a la medida de los propios deseos. Idas y venidas con el guión, pleitos con los verdaderos protagonistas de los hechos, desembocaron en tan solo una agradable ficción, no por ésto menos válida. Y es preferible que esto haya sido así, ya que el discurso de las intenciones iniciales, hubiera sido, histórica y estéticamente, imposible.
La primera parte del título (Tanguito) le queda chico, y a segunda (la verdadera historia) le queda grande. Se cuenta mucho mas que la vida de un muchacho, y se establecen pocas verdades. Por eso es que el trabajo de Victor Pintos, todavía no ha sido terminado y el desafío es armar -dentro de uno mismo- este rompecabezas que nos acerque una imagen posible de la verdad.

Aquí presentamos una breve selección de aquellos testimonios que aluden a los años 60's, y se pasaron por alto las reflexiones necrológicas y los golpes bajos que corresponden al ámbito mas privado de José Alberto Iglesias, Susano Valdéz, Ramsés VII, Tango, Tanguito.

Tano de Palermo

Vos ya conocés el camino.
Puede terminar aquí, como puede terminar "siempre".
(Ramsés VII)

 

 

La Cueva

Javier Martínez: Me acuerdo de cuando aparecieron Los Gatos en La Cueva. Para mí eran héroes, porque si bien nosotros estábamos en un gran naufragio en la ciudad, ellos ya venían de otra, y se estaban comiendo un cable terrible, el cable eterno de la conquista llevando, no se, sólo tus sueños en la valija. Por eso fue muy importante cuando Los Gatos la pegaron. Porque nos representaban a todos nosotros. Fueron el comienzo.

Miguel Abuelo: Yo nunca canté en la Cueva. Ahí se tocaba eléctrico y yo era un cantante callejero. Yo iba a buscar novias y a juntarme con amigos.

Litto Nebbia: Tocábamos desde las diez de la noche y hasta las cuatro de la mañana, prácticamente sin parar, por un dinero mínimo con el cual pagábamos la pensión para dormir y un café con leche. Pero al menos era un trabajo estable que nos permitía dedicarnos todo el día a ensayar y a seguir con nuestras ilusiones de armar el grupo.

Carlitos Carranza: Yo quería ir a ver a mi novia los jueves, entonces le propuse a Litto que me reemplazara esa noche. El sueldo era de 120 pesos por tocar seis horas. Un tiempo después, cerca de fin de año creo, los otros muchachos también pensaron en tomarse un día libre como yo, y le dijeron a litto que se trajera a otros músicos para hacer el reemplazo completo los jueves. Por ese ofrecimiento Litto y Ciro llamaron a Kay Galiffi primero y a Moro después.

Sandro: Una noche en La Cueva, vino Litto y me dijo: "Che, loco, que te parece este tema?". Siempre hablaba así, decía loco. Y me pasó una canción apoyado en el guardarropa, con la guitarrita. Yo le dije: "Mirá, no está mal, pero no creo que funcione". Opinaba usando mi sentido comercial, claro. Lo que me había hecho escuchar era La Balsa.

Horacio Martínez: Sandro era el que mas confiaba en toda esa polenta. Respetaba mucho a Litto, a Moris, a Javier. Me acuerdo que cuando salió el disco de Los Gatos y tuvo tanto éxito, Sandro me dijo que claro, que no podía ser de otra manera... Y eso de que no le gustó La Balsa cuando Litto se la mostró... puede ser. Lo seguro es que respetaba enormemente el trabajo de toda la gente de La Cueva. Y confiaba. Mucho antes de La Balsa.
Una noche nos enteramos de que venía la cana y cuando llegó se encontró con 14 tipos arriba del escenario. Es que los músicos con la excusa de que estaban trabajando podían salvarse de que los llevaran.

En otoño del 67 se oyeron dos detonaciones en la Cueva y se vi{o que un denso humo invadía el sótano. Al salir el público se encontraon que afuera estaban esperando los bomberos y las cámaras de TV.

En Canal 7 un locutor describía "las orgías" que se llevaban a cabo en ese "antro juvenil de perdición y depravación" que Buenos Aires sufría "como un cáncer".

Billy Bond: yo de la Cueva me había ido tres o cuatro meses antes, después de pelearme con Bravo porque nos robaba. No tenía sentido pasarse la noche entera para no ganar nada, y de repente comerte un garrón.

 

 

Beatniks

Moris: a mitad del 65 se nos ocurrió poner en el verano un boliche en Villa Gesell, porque ahí caía todo el mundo desde que Rodolfo Kuhn había filmado Los jóvenes viejos, una película en la que se hablaba de joda y minas en las playas. Se suponía que la gente se bañaba desnuda, esas cosas. Nos habíamos enterado que en Río de Janeiro había un boliche que se llamaba Juan Sebastián Bar. Así que le pusimos el mismo nombre. La propaganda decía "Juan Sebastián Bar. Río de Janeiro, Villa Gesell, Punta del Este".

Rocky Rodríguez: Javier tocaba la batería, Moris la guitarra, yo el bajo y un loco lindo que se anotó Iván, el cantante. Su particularidad era que tenía una escena mundial, se tiraba al piso, lloraba, se tiraba de los pelos. La gente se volvía loca. En principio era como que todos estábamos respaldando el circo de este Iván.
Con los Beatnicks hacíamos un bolero (inédito):

En que iglesia te engañaron
el valor de tu virginidad
Pobre niña reprimida
tan estéril de querer
Si tu besas una boca
gusto a miedo sentirás
y tu cuerpo invadido
por un ser sexual
necesita, necesita
ardiente semen
que penetre tu vida y tus entrañas.

Pajarito Zaguri: Nosotros estábamos con la onda de la paz y la rebeldía, y el Gordo nos decía que teníamos que hacer canciones de sexo.

Errol Flynn (Zaguri-Moris-Giannoni. Inédto)

Hay un hombre en la ciudad
que nunca conoció la soledad
En su vida solo entraban las mujeres
y su sexo,
el solamente quería las menores para amarlas
y las mayores
para fornicarlas.
Pero un día llegó a la ciudad
la menor que él nunca pudo amar
La menor llena de ardor
lo mató haciendo el amor.
Y así murió Errol Flynn.
Esta es la historia de un hombre
que no se pudo controlar.

Moris: el Gordo Giannoni insitía con el asunto del sexo. El colaboró con una letra mía que decía:

Al despertar
dos palomas luminosas volaron hacia mí
y tu sexo encendido de pasión.

Las palomas luminosas eran las tetas, claro.

Pajarito Zaguri: yo fui el ideólogo de los Beatniks. Lo que quería hacer era copíar algunas cosas de los Beatles y tambien hacer la otra cara de la moneda de los Beatles. Por ejemplo, en vez de usar botitas, teníamos que usar sandalias.
El lanzamiento del simple fue impresionante. Primero tocamos arriba de una camioneta en pleno centro, Corrientes y Florida. Despues nos bañamos en una fuente enfrente de Mau Mau.

Miguel Grinberg: Los Seasons habian grabado un disco para Microfón, Liverpool at B.A. Para la foto les había faltado el baterista, entonces con una peluca, o peinado para adelante para taparse la cara, apareció un tipo tocando la bateria: Billy Bond.

Miguel Grinberg: Para los recitales de La Fábula, cuando ensayábamos venía toda la fauna cuevera a verduguear, a cagarse de risa, porque el hecho de hacer una cosa formal, ensayar, actuar en un teatro, no les entraba en la cabeza. En medio de una neura, Javier se dió de baja, nos negó. Yo me convertí en una figura antipática porque insistía con que teníamos que ensayar. En la época de Manal, a Jorge Alvarez lo volvieron loco con eso de tomar horas de grabación y no ir. Era un problema de Javier con el reloj y el almanaque. A la inversa el tipo, el tipo menos esperable como disciplinado en ese sentido, porque era como un objeto volador no identificado, Tango, que no vivía en Capital, era el primero en aparecer en los ensayos, cuando yo siempre apostaba que no iba a ir. Me sorprendía que fuera a los recitales media hora antes, con una prolijidad y coherencia que con otros no fue posible.

Miguel Grinberg: Hay un detalle que no quiero dejar de lado. La Fábula no fue un éxito masivo, pero vino público por lo que quedó guita en la caja. Cuando hicimos el último recital, y ya nos despedíamos, Tango ya andaba medio de la mano con esta piba, Susana. Yo lo llamé para decirle "Mirá Tango, acá vendimos estas entradas, quedó una utilidad, hicimos las cuentas de lo que costaron el sonido, los cartelitos, y esta guita es para vos". Y me acuerdo su gesto en ese momento. Porque no se si ya respondía al asunto ese de que era el tonto de la Cueva, pero lo primero que pensó fue que lo estaba jodiendo. El tipo vaciló en estirar la mano para agarrar la guita porque por ahí pensó que yo se la iba a esconder, una cosa así. Fue una sorpresa para él. Tal vez haya sido la primera que le dió el rocanrol. Pero esa cosa de dudar de si atrás de lo que yo le decía, no venía una cargada... yo fotografié ese asunto. Porque no se si yo tuve mala suerte de agarrar justo tres noches en la Cueva en que lo verdugueaban, pero creo que era medio el punto de los cueveros.

Litto Nebbia: Cuando salíamos de la Cueva, si era verano nos íbamos a una plaza, y si era invierno nos íbamos a un bar, y nos quedábamos hasta las 8 de la mañana. En esas guitarreadas yo cantaba mis canciones y Moris, Javier y Tango cantaban las suyas. Esa época fue bastante parecida a la del tango.

Enrique Cadícamo: En los años 30 nos pasábamos las noches en los bares escribiendo poemas, hablando, cambiando el mundo, hasta la madrugada, sin poder parar. Creo que eso nunca se volvió a dar. ¿Cómo? ¿Eso tambien lo hicieron los chicos del rock? No lo sabía. ¿Porqué nunca me cuentan la historia completa?

Rocky Rodríguez: Yo conocí las pastillas en la Perla. Fue cuando aquello de no dormir, en esas maratones, en aquel momento la cosa era no dormir, y hablar, y hablar. De eso hablan los temas de Manal. Fijate Todo el día me pregunto.

Javier Martínez: Lo que había en esa época eran anfetaminas. Las usábamos por razones obvias, porque no teníamos donde vivir y pasábamos las noches al lado de los estudiantes, que las usaban para estudiar. Cuando decidíamos descansar caíamos en algún hotel alojamiento a primera hora de la mañana.

Miguel Abuelo: Un día, en un viaje a Mar del Plata, me encontré en la carretera, a las seis de la mañana haciendo dedo. A eso de las seis y media vino un tipo y se puso a 100 metros mío pero primero, antes que yo. A mi me dió bronca, le hice algunos gestos bastante groseros para que saliera. "Mirá nene, si no te vas de ahí la vas a pasar mal, mejor que te vayas". Entonces el tipo achicó y me dijo "No, disculpá, no pasa nada". Yo era bastante violento en aquella época, después me fui refinando con el curso de los días. Bueno, el tipo se fue atrás de mi. Y enorme fue mi sorpresa cuando un auto que no me paró a mí, le paró a él. Entonces yo empecé a patear el piso como un perro rabioso. Y el coche arrancó y yo lo miraba... Pero paró. Se abrió la puerta y el mochilero me hizo un gesto para que viniera rápido. Entré al coche y le dije gracias, todavía confundido. En Las Armas yo me bajé y mi amigo siguió, pero antes me dió sus datos. Era Pipo Lernoud.

Pipo Lernoud: Yo empecé a ir seguido a la Pensión NOrte, porque ahí vivía Miguel Abuelo, que en esa época estaba borrachísimo, tomaba vino sin parar y veía alucinaciones. El venía del folklore. En la pensión Norte se enamoró de la mujer de Antonio Pérez Estévez, de los Beatniks, y por ese lado se copó con el rock.

Horacio Martínez: A Sandro ya lo empezaban a conocer por la calle, y una de esas mañanas que salimos a caminar por ahí, por Córdoba y Pueyrredón, una mujer lo paró y le preguntó si era él. Sandro contestó "Pero señora...usted cree que si yo soy Sandro andaría caminando a esta hora por acá?. La señora dijo: "Claro, como va a andar Sandro caminando por esta calle". Y ahí nom{as me dijo Sandro: "No es cirto Gordo? tendríamos que ir por la otra". En algunas grabaciones de Sandro hicieron coros Javier y Moris. No me acuerdo qué tema era.

Pedro Pujó: En los encuentros en la plaza, llamabamos la atención con las ropas extravagantes. Después todo se comercializó y Flecha sacó zapatillas de colores.

Moris: Pipo era un tipo un poco especial. Eso de los hippies lo sentía de verdad, lo vivía a fondo.

"Puedo hablarte toda la noche, pero acabarías por sentir que no te he dicho nada. Te repetiré mil veces que no somos hippies sino náufragos, algo así como vivir sin dormir hasta romper las barreras de la rutina mental y empezar a divagar libremente, sin dependencia del tiempo." (diciembre 1967)

Luis Alberto Spinetta: Con Emilio estábamos frente al televisor, un sábado a la tarde, cuando escuchamos La balsa. Enseguida dijimos "¡pero estos pibes son impresionantes...seamos hippies desde mañana mismo!"

Javier Martínez: La verdad que nunca creí en los hippies. El movimiento tiene sentimientos que comparto, pero no en la idea general. Me parecía una cosa ingenua, poco práctica y poco combativa. Y asi les fue, los aplastaron. Yo me considero mas influenciado por el pensamiento existencialista beatnik, rescatar el humanismo pero sin suicidarse, sin pensar que el mundo es un lecho de rosas, y que le tengo que rgalar una rosa al tipo que me quiere aplastar la cabeza. Eso no sirve, no es realista.

Moris: Yo estaba dando vueltas cerca de eso movimiento que Pipo había inventado. Pero Javier, Pajarito y yo no estábamos en esa. Mas bien nos habíamos puesto camperas negras. Decididamente, no eramos de andar repartiendo flores. Eramos por ahí mas individualistas.

 

Los Gatos / La Balsa

Horacio Martínez: Una noche entraron tres personajes que, por sus vestimentas, parecían bajados de Londres. Eran Litto Nebbia, Ciro Fogliatta y Jorge López (Actemio). Y no lo podíamos creer, fue como si hubieran llegado, no se, los Rollings Stones.

Litto Nebbia: Una vez Tango en una mesa emperzó a mostrarme una canción que se le había ocurrido. Y lo único que tocó fue el comienzo. Cantó: "estoy muy solo y triste aqui en este mundo abandonado". Entonces fuimos juntos al baño y le hice todo el resto de la música y el resto de la letra. Cuando iba a grabar la canción logicamente le puse que era de Nebbia y Tango, con el seudónimo que quiso: Ramses. Si es necesario que haya testigos de esto, Javier es uno de ellos.

Rocky Rodriguez: Yo tengo mi modesta versión. Lo que ví fue a Tango en el pasillo del baño de La Perla cantando "estoy muy solo y triste en este mundo de mierda", lo repetía una y otra vez. Según tengo entendido, Litto le preguntó si podía completar la letra. Litto dice que le preguntó, yo no sé.

Javier Martínez: basta de dudas. Es así. La Balsa es de Tango y de Litto. La hicieron los dos, Gardel y Lepera, Lennon y Mc Cartney. Yo fui testigo presencial. Al tema lo escribieron delante mío. En esos días Tango me había mostrado la primera parte, y yo estaba la noche en que cayó Litto y le dijo "che, tengo el puente del tema" Y ahí cantó nomás "tengo que conseguir mucha madera". Yo fui testigo presencial de cuando juntaron las dos partes de La balsa.

Pirimpimpin: Hay un fantasma con eso de La balsa. El asunto es que el tema pegó y pegó big time. Y la idea es que se lo afanaron, porque Tango tenía un tesoro underground y se lo hicieron un himno comercial. Para mí es de Tanguito solamente. Porque el otro tipo le cambió cuatro o cinco palabras nada más. Escuchá el disco, ahí está la voz de Javier diciendo "lo compusiste vos"

Javier Martínez: Esa leyenda negra que dice que litto le robó La Balsa a Tango es absurda y mentirosa. Y es mas: está super bien delimitada la composición, las estrofas en letra y música son claramente de Tanguito. Lo que escribió Litto Nebbia es el puente "Tengo que conseguir mucha madera". Allí empieza la composición de Litto y se nota.

Moris: El puente de La balsa es claramente de Litto. Tango no sabía hacer eso, no dominaba la bossa nova. Y el final es uno de esos típicos finales de Nebbia: "a naufragar, a naufragar"

Pajarito Zaguri: Tango no la cantaba siempre igual. Algunas veces se la escuché pornográfica "tengo la idea yo de irme a la concha de mi hermana". Despues la cambiaba y de cía "No. A la concha de mi abuela. No. A la concha de mi tía" Se quedaba trabado alli y después se reía: "jijiji".

Pajarito Zaguri: En esos días yo había caído en cana por robo de automotor. Estaba en Caseros, sopre, y escuchaba por la radio La balsa. Decía "La puta madre, que impresionante". Cuando salí Los Gatos eran súper famosos.

Litto Nebbia: Ese momento fue la oportunidad para que muchos músicos pudieran meterse a traves del éxito que habíamos conseguido. Y Tango tendría que haber grabado su disco y empezado a hacer sus canciones como todo el mundo. Pero no, no logró encajar en ningún lado. Se juntaba con gente que decía que lo amaba y que lo adulaba todo el tiempo pero en realidad no lo ayudaba para nada. Un fenomeno que muchas veces ocurre, y si el artista se gana la posibilidad de hacerse conocer masivamente, ese grupito de treinta personas le da la espalda y le dice idioteces como que ahora es un comercial y ese tipo de cosas.

Juana Iglesias: Ay los amigos, una vez mi hijo me comentó que los amigos se pusieron medio indiferentes con él cuando fue el éxito de La Balsa. Vino bastante dolorido porque ellos no eran los de antes.

Moro: Después de grabar La balsa nos invitaron a un programa de TV. Y nosotros no teníamos ni para comer. Cuando entramos al canal yo aproveché para taparme con el bombo un agujero que tenía en el pantalón. El programa salía en la semana y por supuesto, no teníamos TV para verlo.Entonces esa tarde salimos a caminar por Rivadavia y mirábvamos en las vidrieras de los negocios, donde vendían televisores a ver quien tenía prendido uno. Llovía, me acuerdo. Entonces encontramos uno pero estaba prendido en Canal 13. Entramos y encaramos al vendedor: "Señor, podría poner Canal 7? dentro de un rato vamos a cantar nosotros y no tenemos televisor donde mirarnos. Así que salimos y vimos el programa desde la calle, empapados porque llovía.

Litto Nebbia: El simple de La balsa empezó a vender. Cuando llegamos a los 5000 parecía una locura. Despues fueron 6 mil y mas y mas hasta llegar a los 250 mil. Fue un verdadero exito. El primero. Al principio nos habían llamado mersas porque cantábamos en castellano, pero después de ese disquito nadie volvió a grabr en inglés, ni en francés ni en italiano en la Argentina.

Litto Nebbia: Mañana es uno de los mejores temas de Los Gatos. Creo que es uno que podría escribir y tocar hoy. Si bien nada de lo que grabamos me hizo sentir alguna vez una cosa como de "Uy, qué ridículo", creo que mañana y otros temas de nuestro tercer disco es lo mas maduro que hicimos en ese momento.

Litto Nebbia: Entonces todos los jóvenes que tenían otras ideas, otras ambiciones, que no querían escuchar más esos artistas acartonados que siempre dicen la misma frase en sus canciones, y que le dicen al público que los quieren mucho y les mandan un beso, sino que querían escuchar otra cosa, encontraban otro tipo de protagonistas en Los Gatos y en otros músicos como nosotros. Encontraban tipos que estaban arriba del escenario tocando y cantando, y que eran los mismos tipos que tambien estaban abajo con ellos, que venían de ahí y que en las letras, al margen de la calidad poética que pudieran tener, contaban las cosas que les pasaban.

 

Manal / Mandioca

Jorge Alvarez: Yo estaba sentado en el piso y vinieron Claudio Gabis, Javier Martínez y Alejandro Medina con una guitarra y empezaron a cantar Avellaneda Blues. Era una especie de Dicépolo hecho en blues. Ellos todavía no se llamaban Manal. Tenían un nombre horroroso: Ricota.

Claudio Gabis: Nuestro primer nombre fue La Ricota. Sencillo: una emulación de Cream, el trío de Eric Clapton. Por un tiempo nos resultó agradable, simpático. Después no. Alejandro Medina ya estab no solo en nuestras cabezas sino en la boca de todo el mundo. Formaba parte de The Seasons, el primer grupo que hizo sonido de Liverpool en la Argentina, y muy bien. Era el tipo que mas tocaba el bajo, de eso no había ninguna duda. Entonces como existía Cream que hab{ia sido la reunión de tres tipos importantes, que era como la gente que mejor tocaba en Inglaterra, acá por emulación todo el mundo empezó a decir "Eh, ustedes tienen que tocar juntos, son los tres tipos que mas tocan". No era que tocábamos más, era que cada uno de nosotros tocábamos diferente a como se tocaba en el resto del ambiente. Yo ya tocaba la guitarra blues y tocaba con distorsionador. Creo que Pappo y yo fuimos los primeros tipos que usamos acá el distorsionador.
Para ver qué sonaba, Javier y yo decidimos hacer una grabación piloto. Llamamos a un bajista amigo, Rocky Rodríguez y nos metimos en el estudio Tagliani (Pra. Junta). A partir de esa grabación nos llamó un cineasta que estaba filmando una película también pionera, Tiro de gracia, que quedó como el unico documento existente de lo que era el ambiente de esa época en el Bar Moderno, el Di Tella, Corrientes. Javier actuó en la película y la música la hicimos un año después ya con Manal completo, al que se sumó en algunas cosas Pappo y un tecladista, Fanacoa. Le decíamos así porque tenía el pelo como la mayonesa
(¿graso?), no me acuerdo su nombre...
Siempre estuvimos muy ligados a la Av. Rivadavia, Alejandro vivía en Once, yo en Caballito y Javier Martínez en Flores, éramos la línea del oeste en pleno.

Javier Martínez: Avellaneda Blues lo escribimos con Gabis en 1967 cuando nos encontramos en una fiesta en casa de amigos. Nos olvidamos de la fiesta cuando Claudio agarró la viola y nos fuimos a una habitación lejos del ruido, y escribimos ese tema. Misterios de la inspiración.

(en el libro, Victor Pintos escribe la letra: "Sur y aceite, BARRILETES en el barro, galpón abandonado". De haber estado yo en esa fiesta le hubiese dicho a Javier: "Poné -barriles en el barro- que queda mucho mejor" ;-)

Ahora, esa otra parte "y la grúa, su lágrima de carga inclina sobre el dock" no la hubiese podido mejorar ni en pedo...)

Javier Martínez: Mucha gente cree que yo soy de Avellaneda, o que viví muchos años ahí. Yo paseé mucho por allí, y siempre me atrajo porque creo que en ese paisaje está un poco el alma de la ciudad, que de repente en Recoleta, el Centro o Barrio Norte o en Belgrano no podés encontrar. Ahí está la vida industrial.

Letra completa:

Avellaneda Blues

Vía muerta, calle con asfalto siempre destrozado.
Tren de carga, el humo y el hollín
están por todos lados.
Hoy llovió y todavía está nublado.

Sur y aceite, barriles en el barro, galpón abandonado.
Charco sucio, el agua va pudriendo
un zapato olvidado.
Un camión interrumpe el triste descampado.

Luz que muere, la fábrica parece un duende de hormigón
y la grúa, su lágrima de carga inclina sobre el dock.
Un amigo duerme cerca de un barco español.

Amanece, la avenida desierta pronto se agitará.
Y los obreros, fumando impacientes, a su trabajo van.
Sur, un trozo de este siglo, barrio industrial

Pedro Pujo: Jorge Alvarez quedó muy impresionado con los manales. Me acuerdo que fundamentalmente por ellos se metió en la música.

Jorge Alvarez: Mandioca era un proyecto que hice con Pedro Pujo, Rafael López y Javier Arroyuelo, tres egresados del Nacional Buenos Aires. Pensábamos igual sobre la música que se venía, así que un día nos juntamos y dijimos "Vamos a hacer un sello discográfico". Simple. Y yo les pedí que pensaran un nombre. Un día vinieron y me dijeron "Se va a llamr Mandioca, la madre de los chicos". No me olvidaré nunca. Estuve callado tres horas porque me parecía horroroso. Pero igual quedó. Mandioca era algo bien sudamericano, estaba bien. Lo primero que hicimos fue grabar a Manal.

Pedro Pujo: Lo de "la madre de los chicos" fue un guiño a manera de homenaje a la madre de uno de nuestros amigos, el Colorado Rabey, que siempre nos decía que era la madre de todos nosotros.

Jorgito El Lindo: Me acuerdo que Pedro Pujo me invito a la presentación de Mandioca: "Jorgito la entrada". Yo tenía 16 años. Me regaló un sobrecito con la entrada y medio porro. Fue la primera vez que fumé.

Fernando Noy: el traje era de Alejandra Boero, que estaba por estrenar en ese teatro. Esa noche, Alejandra no encontró la ropa de Hamlet y me preguntó si sabía algo. Yo me acordaba de haberlo visto a Tango por la calle vestido así. Entonces salimos a buscarlo por Corrientes. Estaba en La Paz. Imaginate un tipo vestido de Hamlet, sentado en La Paz...

Claudio Gabis: En los primeros recitales de Mandioca estuvo todo Buenos Aires. Jorge Alvarez había conseguido reunir a toda la intelectualidad porteña, pintores, escritores. Desde mi punto de vista ese fue el primer item del movimiento de rock de acá. Me acuerdo como si fuera hoy, que al final del primer recital, Luis Alberto Spinetta subió al camarín llorando, emocionadísimo y dijo "¿Ustedes se dan cuenta de lo que empezó hoy?"

 

Tanguito

Moris: Era alguien que tenía mucha timidez, que por un lado quería triunfar en la música, y que por otro hacía todo lo contrario como para nunca poder trabajar.

Miguel Abuelo: Era un tipo consciente de su extravío pero sentimental como un animal. Cuando cantaba se te erizaba la piel.

Pipo Lernoud: Era un tipo atractivo, tenía una sonrisa encantadora, una mirada súper nostálgica. Ojos grandes y negros.

Rocky Rodríguez: Tango era un tipo querido casi por todo el mundo, mas que nada por su inocencia. Era como un pibe, entendés. Tango era un tierno, no era ningún héroe. Era un chico grande. Con una candidez provinciana, por ahí mezclada con una picardía suburbana, de Caseros. Él sabía que la suya no era la picardía de barrio. Por ahí tenía otro sueño, algunos sueños que no eran de barrio.

Litto Nebbia: Tango era un poco divagante. Creo que intentaba escaparse de su casa, porque evidentemente se encontraba mejor afuera con amigos, tocando la guitarra y cantando.

Marcela Pascual: Siempre se reía, su manera de comunicarse era a través de la risa. Hablaba poco y entrecortado.

Pirimpimpín: Lo que recuerdo es que tenía una cuestión especial de atracción, una nube de magia a su alrededor.

Pipo Lernoud: Javier Martínez era transgresor por divertirse. De eso era totalmente consciente, decía: "Hoy me dejo las patillas así, jajaja me cago en todo". En cambio Tango no, no era transgresor. El soñaba que estaba en Liverpool o en San Francisco, vivía mucho en la película. No estaba vendiendo ninguna imagen, en todo caso se la compraba.

Javier Martínez: Tanguito era... muy divertido. Nada intelectual, todo lo contrario a lo que por ahí podíamos ser Moris o yo. Era un tipo que no leía, no le interesaban los temas filosóficos. Cultivaba un cierto aire bohemio extravagante que sabía que divertía a sus amigos. Y lo hacía a conciencia. Nosotros siempre encontrábamos un motivo para reírnos, pero no burlarnos, sino reírnos de una actitud que por ahí tomaba. Porque creaba situaciones graciosas. Un tipo que estaba siempre detrás de una nueva canción, siempre buscando ir a algún lado para tocar.

Rocky Rodríguez: Lo veo saludando cuando llegaba a La Cueva. Porque hacía como una especie de entrada triunfal. Hacía su showcito. Tango era un artista. Soñaba con la fama, creo.

Miguel Abuelo: En aquella época se usaba el pelo lacio. Pero Tango lo tenía ondulado. Entonces se ponía una media en la cabeza para achatárselo.

"A mi que me importa que el hombre haya llegado a la luna, si vivo todo el tiempo en las estrellas" (Tango)

Pipo Lernoud: Me parece que eso no lo puede haber dicho Tango. Mas bien podría haber dicho: "No, la luna para qué, yo me quedo en las estrellas". Algo medio confuso, no una frase matadora. Tango no era un tipo de hablar en síntesis. Si vos lees sus canciones, están mal escritas.

Moris: Era un guacho tambien. El tipo cantaba Errol Flynn, El ciudadano, De nada sirve, y cuando le preguntaban quién era el autor, decía: "Yo".

Silvia Washington: No era un lumpen arrabalero. Era un...marciano. No tenía nada que ver con un negro ordinario. Era un tipo refinadísimo pero no en cuestiones formales de la sociedad, sino de su ser. Estaba socialmente fuera de lugar. Fijate que fue pareja de Marcel Pascual, recontraaristócrata y de Graciela Dellepiane, también aristócrata. Y no creo que entre ellos hubiera mucha diferencia en cuanto a gustos. Otra cosa: Tango leía a Gurdjief, a Baudelaire...

Era un tipo que no leía, no le interesaban los temas filosóficos (Javier Martínez, mas arriba)

MIguel Grinberg: Tanguito no amasó ni poder ni gloria ni dinero, se le conoce sólo una docena de temas, a La Fábula fueron 40 personas, y en Festival Beat del Nacional lo sacaron a los empujones porque era insoportable.

Miguel Abuelo: Siempre se cambiaba de nombre: Tango el Protestón, Donovan, Ramsés, Susano Valdéz. Era un zarpado... cuando planeaba su futuro artístico, siempre decía que iba a formar un grupo que se llamaría Drago y sus Matafuegos.

Alex Piedras: Yo llegué a conocer a la abuela de Tango. Vivía en el fondo, era negra.

Billy Cafaro: Yo fui un producto de la maquinaria. En ese tiempo se fabricaban ídolos. Lo que no se sabe es que atrás de eso, había talento. Yo gritaba, pero gritaba afinado. Yo la pegué aunque lo que hacía no me gustaba.

Pajarito Zaguri: Con Moris fuimos a dar la prueba al Club del Clan. Pero cuando nos quisieron imponer canciones, no aceptamos. Yo rendí la prueba con Palito Ortega y Johny Tedesco, me llevó Lalo Fransen cuando era Danny Santos con "Los Platers-220 voltios en rock". Yo quería cantar rock and roll pero me querían disfrazar de no se que cosa...como a Nicky Jones que lo disfrazaron de hawaiano. El quería hacer rythm and blues negro con algo de jazz. Era muy bueno Nicky Jones.

Miguel Abuelo: Después de Billy Cafaro me gustaron Johny Tedesco y Nicky Jones. Me parecían buenísimos. Los pibes tenían buena parada, nunca pensé que eran de plástico. Bueno, si, después de un tiempo me di cuenta de que eran de plástico.

Omar Pulcini (de Los Dukes): Cuando nos quedamos sin cantante puse un aviso en el diario, y ahí apareció Tanguito un día de semana. Fueron varios pibes pero quedó él, porque esa voz medio ronca que tenía me llamó la atención, me pareció comercial. También me gustó que era un personaje un poco distinto.

Buby Melli: Lo citamos un día, a una hora determinada y ahí estábamos, esperándolo. Beatriz (Lupo, directora de Music Hall) nos decía: "Viene el chico éste?". Llegó como dos horas tarde, todo apurado masticando chicle: "No sabés se me hizo tarde, entendeme, yo vengo de Caseros, el tren andaba mal". Le pedimos que cantara y vimos que tenía una voz interesante, no gran cosa pero sí poco común:

Estando bailando en una fiesta / vi una linda chama que me miraba / Pronto yo la invité a bailar / y ella no se me negó / por lo que de contento / me puse loco.

Cuando yo me empecinaba a bailar / con asombro vi que no se movía / Le pregunté si sabía bailar y ella me contestó que no / Ustedes imaginan lo que yo pasé. /

De repente comenzamos a bailar a los saltitos / Así me asombré era durísima al bailar / Le pregunté como se llamaba / me dijo su nombre y era Pancha / Y haciendo sonrisas y simpatías / nos conocimos y salimos. / Y ahora mi nena sabe bailar.

(Mi Pancha, de Tanguito pero se editó firmado por Los Dukes)

Beatriz nos llamó a la cabina y nos dijo: "Me parece que el pibe puede andar. Ese tema es tuyo, querido? esta semana tenemos que grabar. Podemos poner ese tema, es lindo". El pibe entonaba bien, tenía cierta particularidad en la voz como Dyango, podría decir.

Omar Pulcini: Tanguito tenía mucha escena. Trabajaba suelto, no hubo que manejarlo con la escena.

Horacio Martínez: Yo lo conocía a Tango cuando cantaba en Los Dukes. Fue en el 64, en un baile en Flores. Era un buen showman, tenía buena parada. Eso me llamó la atención.

Carlos Javier Beltrán: Nuestro representante se llamaba Pedro Santagada.

Buby Melli: Teníamos una actuación y Tanguito no llegaba, no llegaba. Por ahí cae acompañado por un policía. Nos dijo: "No sabés que pasa, yo estoy saliendo con una piba casada, y el marido se enteró, y me denunció, te das cuenta?" Ahí nomás le dije: "Bueno pibe, escuchame una cosita, estos quilombos, no, no, no". El policía nos dijo: "Mire esto es una gauchada del comisario. El pibe nos explicó que tenía que actuar, y como no le creíamos, el comisario me pidió que lo acompañara para ver si era cierto. Así que van a tener que acompañarme para arreglar ésto."
Me acuerdo que en el Club Comunicaciones, donde se hacían unos bailes de carnaval fabulosos, el único músico que rompía los tubos fluorescentes era Tanguito, porque se movía mucho cuando cantaba. Entonces le pedí "Tango, escuchame una cosita, vos no te arrimes tanto a la orilla del escenario, porque apenas le pegas al tubo explota. Cantá mas tranquilito, pibe. O nos vamos a quedar sin laburo".
En aquel momento era un pibe sano, no andaba en nada de drogas. Los problemas que tuvo con nosotros fue por loquito. Conducta irregular. Nada mas, porque era un pibe con un corazón de oro.

Omar Pulcini: No alcanzó a estar un año en el grupo. Se fue porque me dijo que tenía la oportunidad de grabar en la RCA con el nombre de Ramses VII, y yo no me opuse porque sus vicios empezaron a traerle problemas.

Bochi Iacopetti: En el escenario mataba. Además tenía un lindo cuerpo, una buena parada. Acá nunca se cantó bien, imaginate un país donde Palito Ortega era el rey, y donde hoy Fito Páez canta como hablan los pibes. Tanguito era mas que muchos. Hoy, por un tipo como él, a mí, que soy productor, se me cae la baba. Toda su timidez que tenía abajo, en el escenario la revertía. Su cuerpo era moderno. De pedo, porque era totalmente antigimnasia.

Lo que hacía en el escenario no era nada común. Por ejemplo en un momento del show se ponía una media en la cabeza. Eso que empezó a verle después alguna gente en el mini show de La Cueva, venía de antes. ¡Lo dela media lo hacía con nosotros en un conjunto popular!. Encima se puso un balde en la cabeza. Después se bajaba del escenario y se tiraba en el piso mientras la gente bailaba.

Pirimpimpin: Todo lo que cuente Marcela es posta. Ella era el gran amor de Tango.

Marcela Pascual: Despues de aquel primer encuentro en La Academia, nos volvimos a ver en La Paz. Y de ahí, con un grupo de gente fui por primera vez a su casa en Caseros. Cuando llegamos nos hizo quedar en la cocina, el se fue y no pareció por un buen rato. Deben haber sido las cinco o las seis de la mañana. Después me enteré que había estado arreglando su cuarto para que entráramos. Había traido la TV, el aparato de música, todo lo que tenía y por ahí estaba desparramado por el resto de la casa. Eso no me llamó la atención en ese momento, pero después me di cuenta de que dentro del mambo que todos teníamos en esa época, Tango había tenido todo un gesto al arreglar su cuarto para que nos sintiéramos mejor atendidos. Divino.

Marcela Pascual: Creo que Tango estaba a la expectativa, pero no se si después podía concretar un seguimiento. Pero que internamente estaba interesado, sí. Le costaba tomarse un compromiso, tener una disciplina. El quería pero despues no podía.

"¿Es usted un artista como los demás, se promociona, tiene representante?

-Tenía representante, pero me negó. Dijo que gastaba mas en pagar multas y sacarme de las comisarías que lo que ganaba con mis actuaciones.

¿Cual es nu nombre artístico?

-Hasta ahora fue Ramsés, pero grabaré como Ramsés VII. Me pusieron así porque dicen que empleo mucho la séptima en la guitarra.

Apareció en el local a la una de la mañana, vistiendo pijama floreado, tiro una frazada y una almohada sobre el piso y se acostó a dormir.

-El público se dio cuanta de que se trataba de una provocación. Me gritaron "payaso". Como si eso pudiera ser un insulto, como si un arte cualquiera pudiera ser un insulto. Yo me subía a una mesa. Les pedí que no se asustaran y traté de explicarles lo que era un happening. Pero no hubo caso, y los Guantes Negros estaban de parte de ellos, vociferando tambien en contra mío. Yo estaba tranquilo a pesar de todo, porque me dejaba llevar por mi auténtico estado de ánimo. Despues tuve que volverme a dedo. Ahí terminó mi aventura sureña." (nota en revista Asi)

Miguel Abuelo: Silvita Lachupa apareció en la plaza. Una mañana estábamos durmiendo al sol, todos tirados en el pasto, y entre sueños sentí que me estaban cazando la pija. Me desperté y una minita me había desabrochado la bragueta y estaba chupándome. Era Silvita. después de ese día y porque siempre estaba en esa historia, fue Silvita Lachupa. Fue novia de Tango, bah, fue medio novia de todos. Yo le hice una canción, pero no le puse Silvita sino Sara. Ahora no se donde est{a. Me dijeron que terminó hecha mierda y se fue a Israel. Me gustaría saber qué es de su vida. Mataba Silvita.

Pipo Lernoud (el poeta...): En el grupo de la Cueva había minas del Moderno de Maipú, donde estaba la libertad sexual, escritoras, pintoras y escultoras, y tambien venían las minas del ambiente de los músicos. Vos sabés, vieja data, esas minas son de coger y de cambiar pareja, pasaban de uno a otro. Habia como un poco de amor, no era solo el garche. Había algunas que eran mas giradoras, ya era mas reviente. Eran mas pendejas que iba y se las cogía cualquiera.
Tango era un tipo muy seductor. Suponete, venía acá y había ocho flacos y una mina. Y el tipo no se sentaba al lado de la mina para chamuyarla, no le daba bola. La mano se daba porque la mina veía que el tipo tenía un encanto alucinante. Así ganaba.

Pajarito Zaguri: tenía exito con las minas, pero no se cómo hacía. Porque Javier y yo nos ocupábamos de plantear estrategias de abordaje. Y Tango se las ganaba sin hacer nada.

Pipo Lernoud: Era muy puro, sabés. Por ejemplo, todos hablábamos de coger, y él jamás en esos términos. Era como medio puritano, que se yo. Tená algo subyugante, y viste como es el fato: las minas se vuelven locas con la pureza y con los niñitos.
El tipo estaba sentado en una reunión, y todos eramos muy conversadores, muy abiertos. Y el tipo no participaba, pero a lo mejor hacía un gesto divertido o una frasecita, y llamaba la atención. Lo de los gestos era así, siempre estaba haciendo gestos. Y cuando terminaba de tocar siempre hacía un chiste, tipo "En esta me parezco a Lennon, no?". Y se reía, tenía mucho encanto al reirse, hacia ruiditos con la viola, y después encaraba con otro tema. A las minas les encantaba.

Pirimpimpin: No se tiraba derecho con una mina, no iba de frente march y le decía "sacate la ropita que te vamos a coger". No era así. Era un cabeza negra, pero fino. Entonces le gustaba tener un juego seductor con la mina. Le decía po ahí "querés que te cante un tema?".

Pajarito Zaguri: sabés de donde saco Tango la idea de La Balsa?, un día que en la radio pasaban el bolero de José Feliciano La Barca. De repente Tango dijo "lindo, eh". Se había pegado con la canción.

Miguel Grinberg: por haber sido testigo de los buenos momentos de Tango, se me ocurre que Moris, Litto y todos aprendieron de Tango a cantar en castellano. Es una fantasía que no puedo corroborar, pero tengo la sensación de que Tango fue el referente.

 

Tango: el disco

Javier Martínez: El plan original era agarrar esos temas, arreglarlos y ensayarlos para que Tango los grabara con distintas formaciones. Mi idea era juntar a Manal y Los Gatos con Pappo y acompañar todos de onda a Tanguito en un buen LP de rocanrol.

Marcela Pascual: La foto de la tapa es una que le sacaron una vez que actuó en el Di Tella.

Fernando Noy: El logo Tango que está en el arte de tapa es de Cristina Villamor. Un gran trabajo, muy volado. Esas letras deformes... Un típico trabajo del minimalismo lisérgico.

Jorge Alvarez: Poner la voz de Javier antes de La Balsa fue una decisión totalmente mía porque era un testimonio. Pero no la repetí, está así en el original. Javier empezó a decir eso, haciendo ritmo, y Tanguito se enrolló en ese ritmo y empezó a cantar.

Litto Nebbia: Lo de la repetición de Javier es gratuita, desde este punto de vista: alcanza con que lo hubiera dicho una vez. Lo dijo en el sentido bien peyorativo, de calumnia, de resentimiento.

Javier Martínez: Mucha gente entiende que yo digo ahí que el tema no es de Litto. Y el problema es otro. En ese momento la gente creía que La Balsa era solamente de Litto, entonces yo ahí reivindiqué la parte autoral de Tango. En un momento le dijimos que tocara La Balsa, y el dijo "no, no me hagas cantar eso". Y yo le dije algo como "Dale que esa tambien la compusite vos". Y diciéndole eso, logré que la tocara.

Pipo Lernoud: El disco es un delirio. Tango desafina como un hijo de puta, para en el medio de los temas, el ritmo de la guitarra se cae por ahí. Yo no lo puedo escuchar, es un bajón. Encima el otro boludo diciéndole cosas. Y Jorge Alvarez por detrás como de costumbre, pensando tres cosas a la vez: acá me voy a llenar de guita, acá me voy a levantar un pendejo y acá formo parte de la vanguardia creativa. Mas allá de eso lo que siempre tendremos que reconocerle es que sin Joirge Alvarez el rock nacional no habría empezado o habría empezado después. El fue quien te dejaba grabar lo que se te diera la gana. Porque ningún productor común te hubiese dejado grabar "Para ser un hombre mas" o "¿Nunca te miró una vaca de frente?". Creía realmente en esto, o en los pibes, no sé. Se mezclaba lo sexual, el erotismo y la cosa artística.

Pedro Pujo: El asunto fue que las horas estaban tomadas en TNT para que grabara Manal. Y los manales dos por tres dejaban turnos colgados, no tenían conducta ni disciplina. En uno de esos faltazos se grabó un poco. Ese día seguro que faltó Claudio o Alejo.

Jorge Alvarez: Tanguito era un tipo que daban ganas de protegerlo. Entonces a veces le pagabas hoteles (NdeT: vos se los pagabas Jorge, yo no) y lo taxis.

En el disco, Javier al técnico de grabación: No pares, eh. No pares la máquina, seguí la grabación, seguí la grabación con ruiditos... Esta es una grabación documental ¿no Jorge? (risas) ¿Te das cuenta porqué te decía yo que no hay que parar la máquina?

Litto Nebbia: Tango fue una promesa de talento. Un tipo muy melódico, muy inspirado. Tenía una voz seductora, llegaba mucho a la gente. Pero fue desperdiciado. Incluso él nunca se enteró de que grabó un disco. Sin decirle que lo estaban grabando (el disco) y mucho menos que algún día lo iba a editar, lo hizo cantar Jorge Alvarez sin ninguna precaución y sin arreglos. Simplemente lo hizo sentarse y cantar. Y Tango cantó ahí, una tras de la otra, algunas canciones que tenía, con dos o tres personas atrás que le hablaban y que lo único que tratan de hacer es explotar el show de las miserias humanas. Eso ni siquiera es un documento, es una cosa humillante, explotada comercialmente con un slogan que dice que eso es un documento que alguien se preocupó en rescatar. Es mentira.

Javier Martínez: Después de aquellas sesiones, yo le propuse a Jorge que tratáramos de hacer un buen disco. Pero no pasó nada.

Litto Nebbia: Si Tanguito hubiera estado consciente de lo que tenía que hacer, habría querido grabar un disco que sonara bien, donde estuviera bien su voz y donde tocaran un montón de músicos.

  MENU REBELDE AL DIA

Audios

Indice

Un sitio de
a Dos Potencias Se Saludan


a Página Principal

ENVIO DE POSTALES ROCK DEL 70

correo REBELDE