Los Beatniks graban en 1966 el primer disco del rock nacional: Rebelde
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Sui Generis  "Sui me ahogaba"

"Estaba aburrido de que apenas comenzaba el recital y tocaba el sol mayor con que empieza Canción para mi muerte, el estadio se viniese abajo. Quería terminar con la imagen del chico cándido que tenía. Estábamos podridos de tocar siempre lo mismo. ¡Y encima les gustábamos a las madres!" (Charly García)

"Todos estábamos medio aburridos, y un día vino Charly a proponer que nos separásemos. Al principio yo le dije que no, que no nos podíamos separar y decidimos esperar tres meses más, a ver qué pasaba. Bueno, pasaron los tres meses y realmente no había cambiado nada. Yo por ese entonces vivía en la casa de Rinaldo, y mi cabeza estaba bastante desorganizada. Entonces dijimos de hacer cuatro series de recitales en julio, los domingos a la mañana, como para hacer algo distinto que los shows, que ya nos tenían aburridos. Hicimos el primer recital en el Astral pero fue un bochorno, salió todo mal. Al otro día decidimos separarnos. Esa fue la gota que rebalsó el vaso." (Nito Mestre)

"Charly me planteó un día la necesidad de disolver el grupo, y me pidió que lo mantuviera en secreto mientras él maduraba la decisión. En aquel momento quise hacerle ver que era un error, pero cuando su decisión fue definitiva consideré oportuno sugerirle que un grupo de una raigambre como Sui Generis no podía desaparecer de la noche a la mañana sin una explicación, sin una despedida. Así nació la idea del recital final en el Luna Park." (Jorge Alvarez, productor de Sui Generis)

"Me parece que vamos a agotar, ¿hacemos otra función?"(Jorge Alvarez, productor de Sui Generis)

"Alvarez me llamó para decirme que habíamos vendido todas las entradas, y me preguntó si queríamos hacer otro. Yo le dije que sí, con la condición de que nos asegurara que íbamos a llenar otra vez. Creía que llenábamos un Luna, pero nunca pensé en dos. En realidad, yo no tenía mucha noción de la gente que arrastraba Sui Generis porque el grupo estaba súper mal manejado. En mi fantasía, Sui Generis era seguido por un grupo de intelectuales que entendía sólo de música y lo demás era el baile, gente que le daba lo mismo que estuviera Sui o La Joven Guardia." (Charly García)

"Les quiero pedir una cosa. Simplemente, si quieren bailar y hacer lo que quieren hacer, háganlo. Pero por favor, no rompan nada y traten de cuidar todo. No se paren en las sillas y esas cosas." (Charly García)

Sui Generis    Continuando la despedida

"Estábamos todos superamigos; el clima era bárbaro y me acuerdo de que nos cagamos de risa del asunto. Pero después, con todo lo que pasó, nos acordamos mucho de eso. Cuando caímos (para tocar en Caleta Olivia), lo primero que nos dijeron era si no teníamos problemas de tocar con una pasarela adelante, porque antes del show iban a elegir a la Reina. Incluso me parece que uno de nosotros fue parte del jurado" (Nito Mestre)

"Fue horrible. El lugar era un desastre, con techo de chapas, sonó todo mal y vinieron no más de cincuenta personas".

"Cuando terminamos de tocar, salimos Charly y yo, con dos chicas, en un Falcon. Atrás venía la camioneta con los equipos y, en otro auto, Rinaldo, Juan y no sé quiénes más. En el camino que va de Caleta Olivia a Comodoro Rivadavia, volcó la camioneta y los equipos quedaron destrozados. Me acuerdo que nos alcanzó el otro auto y Juan nos contó desesperado que había visto todo hecho pedazos, que el bombo de la batería estaba en la banquina partido en dos" (Nito Mestre)

"Después de todo eso, decidimos cortarla en serio. Fue como si alguien nos hubiera dicho: déjense de joder, termínenla de una vez. No se podía creer las cosas que habían pasado" (Nito Mestre)

León Gieco    Sui Generis por Gieco

"Siempre cuento la historia: tocábamos Miguel y Eugenio, Sui Generis y yo. Y, cuando estaba por empezar el concierto, me dijeron que Sui Generis no iba a poder tocar porque el pianista no estaba, no había llegado. Entonces tuvimos que tocar nosotros primero, y recién ahí fue cuando apareció Charly: en realidad estaba desde antes pero se había escondido para poder cerrar el show él. Una turrada, pero también una cosa divina. Yo me di cuenta al instante, pero no pensé mal, porque me dije que un tipo que, siendo nadie, era capaz de una movida así, iba a terminar haciendo cosas grandes... Ya esa primera vez que los vi me impresionó Charly. Era impactante. En cuanto lo oí tocar empecé a decir que quería que ese tipo fuera el tecladista de mi grupo. Qué iluso, ¿no? Pero, al final, la ilusión un poco se cumplió, porque Charly me acompañó en mi tercer disco, El fantasma de Canterville.

Más o menos en esa época yo trabajaba en Entel y, un día que llegaba tarde, subí a un taxi y, bajando por Corrientes, escuché por la radio que pasaban mi tema "En el país de la libertad".

Hoy, año 2000 este mismo tema es utilizado como jingle de la publicidad de la compañía -ya privada- Telefónica.

Hacía muy poquito que se había publicado mi primer disco, y escuchar por primera vez una canción mía en la radio fue como una señal de que por fin el asunto se había puesto en marcha. Ahí mismo decidí no ir a laburar. Nunca más fui a la oficina. Me bajé del taxi, caminé unas cuadras por Corrientes, estaba feliz. Y, en La Paz, o sea en Corrientes y Montevideo, me encontré con Charly. Estaba en una mesa, solo. Me senté con él y, al ratito, vino un pibe para pedirle que le firmara el disco de Sui Generis. Vida, el primero. El disco había salido hacía unos meses, y Charly ya estaba firmando autógrafos. A mí me dio un poquito de celos, pero me gustó que a ellos ya les fuera bien.

Tengo otras imágenes de ese tiempo. Por ejemplo, el departamento de Cucha Cucha donde ellos vivían. Nito dormía al lado de una parva de papeles, y Charly en otra habitación, ya estaba con María. Ibamos al cine, nos sentábamos durante horas a escuchar música. Siempre añoro eso: nos juntábamos a escuchar música. Me acuerdo de un fin de año; con Alicia vivíamos en un departamento de Thames y Corrientes, y llamó Charly. Le dijimos que viniera, y al rato cayeron Charly, Nito y Jorge Alvarez, para escuchar un disco que me había mandado mi amigo Jimmy desde Alemania, un disco de Crosby y Nash donde está el tema de las ballenas.

Mas Sui

"Nuestro colegio era mixto, pero en el reglamento las chicas debían observarse como marcianas a las que no se podía hablar ni saludar. En un mundo donde la afirmación del hombre debe ser sí, había que vivir para e no. Me veía educado para la impotencia. El rock resultó un canal, una sangría en la que podía derramar mi ideología, mi forma de ver la vida y los deseos más ocultos; es decir, me permitía mostrar al Charly más auténtico y que a nadie quería causar mal con su palabra; era la felicidad, la comunicación. Entonces comencé a reflejar en mis canciones esa serie de íntimas roturas y alegrías. Creo que si el éxito logrado por Sui Generis se consiguió a través de la música, mucho más se obtuvo por las letras. Ellas se identificaron plenamente con los problemas vividos por los muchachos de mi misma edad. (Charly García)

"Al acostarme, por la noche, me sentía feliz, pero no podía bancarme la calle. Ahí me comía todos los bajones. Sólo me servía tocar. Ahí navegaba en otra dimensión, sentía que estallaba, que iba a reventar de placer. No hay cosa más erótica que la música. La energía sexual es la potencia más alta que tiene un tipo, pero frente a ese hecho siempre hay una mujer; yo puedo comunicarme con las mujeres desde el piano, fuera del piano no se manejarlas ni puedo vivir su forma de ser. Las mujeres están un poco para amarlas y para sufrir por ellas, pero principalmente están para escribir canciones. Durante mucho tiempo me sentí dentro de un huevo y recién muchoa años después sentí que había roto el cascarón. Es no significa que me haya liberado del sufrimiento, porque cuanto uno más crece, más choca contra las torturas y el dolor" (Charly García)

El interrogatorio policial de Revista Gente

-¿Qué es Sui Generis?
-Un dúo

-Ya sé -contesto-. Pero lo que quiero saber es de qué se trata, qué buscan, qué pretenden.
-Varias cosas- dice Charlie, mientras Nito asiente-. La primera de ellas es llegar a la mayor cantidad de gente posible sin traicionarnos.

-¿Por qué suponen que el éxito implica traición?
-No pensamos eso- dice Nito-. Pero sí pensamos que es más fácil traicionarse teniendo éxito que fracasando.

-¿Qué significa para ustedes tener éxito sin traicionarse?
-Vender muchos discos, muchísimos, todos los que se puedan, pero haciendo buena música -dice Charlie, muy tranquilo.

-¿Qué es para ustedes la buena música?
-La que dice cosas, suena bien y no transforma a los que la escuchan en completos idiotas -completa.

-¿Qué música transformaría a los que la escuchan en perfectos idiotas?
-La música que acude a sentimientos baratos, la que evita la inteligencia, la que sale de cualquier lado menos del corazón -define Nito.

-Linda definición, pienso mientras echo una ojeada a la casa, vieja y sumergida al fondo de una larga fila de casas bajas, justo donde el once empieza a ser Caballito, con la vía a una cuadra y el aire a barrio y a tranquilidad de glicinas y vida que transcurre sin urgencias. En el cuarto antiguo hay un piano, una batería, varias guitarras y un bajo. Allí ensaya Sui Generis, allí se define qué música se hará en el próximo recital, cuáles van a ser los temas del próximo LP. Allí el largo y flexible Charlie se sentará al piano dando la sensación de que le queda chico -tiene brazos y piernas que parecen tentáculos-: allí Nito cerrará los ojos, intentará un acorde y cantará con mucha y verdadera dulzura.

-¿Soñaron alguna vez con esto que les está pasando? Los discos, digo, y los pesos y los chicos que se les acercan con cara de veneración...
-Nunca -dice Charlie-. Verdaderamente, nunca supusimos que hacer lo que queríamos nos podía dar algún tipo de beneficio, fuera de la satisfacción de hacer nuestra música. En serio.

Imposible no creerlo. Charlie tiene los ojos limpios y la voz tranquila de quien no miente, de quien suele evitar "quedar bien" por más periodista que sea. Nito también, pero tiene un estilo más filoso, tal vez más desconfiado. En el fondo, los dos pertenecen a la raza de los inocentes, esa rara y peculiar raza que amenaza extinguirse.

Casi todos los temas son de Charlie. Nito mete baza aquí y allá, pero la firma es de Charlie.

-¿Eso quiere decir algo en especial? ¿Hay algún tipo de liderazgo discutido, algún tipo de cuestionamiento de uno respecto del otro?

Se miran y sonríen.

-¡No! ¡Qué va a haber! Si somos amigos desde siempre.

-¿Desde siempre? ¿Desde cuándo?
-Desde que nos conocimos en cuarto año nacional, en Caballito. Eso es desde siempre. Sobre todo después de las que pasamos: años de pasar de prueba en prueba, de recital en recital -nos iban a ver veinte o veinticinco personas-, de decepción en decepción. Llegamos a pensar que íbamos a terminar cantando para nuestras familias y nuestros amigos -dice Nito.

-Hablando de familias, ¿tuvieron algún problema? Oposición, esas cosas.
-Al principio, un poco. Pero vos sabés: cuando uno está convencido de lo que hace, termina convenciendo a media humanidad. A otra media va a estar en contra. Pero ésa es la que siempre está en contra, la que pretende que uno sea como ellos quieren.

-¿Cuál es el valor por el que ustedes darían la vida?
-La libertad, flaco -dice Nito mientras Charlie aplaude. La libertad, qué linda palabra y qué aspiración.

-Pero cuando hablan de libertad, ¿a qué libertad se refieren?
-A la del espíritu -dice Charlie. La libertad de soñar y respirar aire libre, la libertad de pensar que la muerte, en el fondo, no importan, porque lo que interesa es estar vivo, amar, crear permanentemente.

-¿Qué admiran en la gente joven? Me refiero a la gent que va a sus recitales.
-Que sean valientes. Que sean capaces de prguntarnos, entre tema y tema, por qué hacemos esto. Que nos digan que algo no les gusta. Que nos exijan de verdad.

-¿Y hay algo que no les guste? ¿Algo que les parezca que debería cambiar en esa juventud?
-Sí -dice Nito-. Hay en los jóvenes, en nosotros, cierta tendencia a la autocomplacencia, a pensar que tenemos la verdad y que los demás, por el solo hecho de no ser jóvenes, están equivocados. Y también hay, en algunos, abulia. Eso de decir: "Y bueno, loco, me rayé". Con eso no podemos estar de acuerdo. Porque, ¿cómo coincidir con quienes pretenden estar de vuelta sin haber ido? Eso es poco serio.

Hay café frente a nosotros, un café que contribuye a transformar el interrogatorio en puro diálogo, en charla amistosa y coincidente.

-¿Qué esperan de los días que vienen?
-Que podamos seguir haciendo música -dice Nito. -Yo quiero morir con uns canción en los labios -dice Charlie.

Que así sea.
E.G.Z.

Crítica del concierto del Gran Rex por Revista Pelo

Día a día Sui Generis se va afianzando cada vez más en el concepto de grupo. Todos cantan, y ahora con David -ya integrado como guitarrista- y Rinaldo, hay cuatro buenas voces. Esta posibilidad se vio muy bien explotada en diversos pasajes tanto acústicos como eléctricos. El ensamble resulta perfecto, las improvisaciones responden a estructuras prefijadas, sin perder frescura. Uno de los aspectos más llamativos fue la renovación que ha tenido todo el material de Vida y Confesiones de invierno. Canciones que no esperábamos volver a escuchar, volvieron a ser recreadas de una forma novedosa.

Dos de ellas resultaron particularmente bellas: Natalio Ruiz con un eficiente arreglo de melotrón- y Rasguña las piedras. Otro de los aspectos destacados fue la fuerza exhibida por el grupo. Rinaldo Rafanelli es un verdadero muro sobre el que se apoya toda esa potencia. Por su parte, Lebon no sólo está totalmente integrado, sino que demostró buen gusto e intuición en el manejo de la guitarra. Uno de los momentos culminantes del concierto fue la improvisación en Pequeñas delicias de la vida conyugal, con un contundente riff de Rinaldo. Entre las canciones acústicas tocaron Botas locas, un viejo tema que no pudo ser editado, muy bien interpretado, con un folk rock entrador, cantado a cuatro voces y guitarras en la mejor onda acústica.

Todo muy bien respaldado por un buen sonido, iluminación acorde, y la clásica alegría escénica que transmite Sui Generis. La energía volcada por Sui Generis a través de más de dos horas y media de tocar ininterrumpidamente, transmitió a los espectadores un clima que más de una vez los sacudió.

"Nos tiró muy abajo saber que el disco se vendió mucho menos que los dos anteriores. Y es sin duda el mejor de los tres que grabamos. Y el que empezamos a grabar es todavía mucho mejor..., pero no se quién lo va a comprar". (Charlie García)

"Es una dualidad sumamente molesta. Si no te acoplás a la gente, te estás limitando; y si no lo hacés, te aburrís. Imaginate lo que significa para un músico hacer un esfuerzo creativo, en el cual uno vuelca todas sus inquietudes, y que la gente siempre insista con las mismas cosas." (Rinaldo Rafanelli)

"De aquí a setiembre, fecha prevista para la separación, vamos a grabar un cuarto álbum, haremos giras de despedida y un recital en el Luna Park. Simplemente sabemos que en setiembre Sui Generis desaparecerá. Por eso este último álbum será el mejor." (Charlie García)

Ha sido (No fué)

"El material de este disco ya estaba compuesto en el momento de concebir la idea de la separación. Incluso algunas de esas canciones fueron interpretadas en el recital del Luna. Luego de completar las actuaciones pendientes, el grupo comenzó a grabar las bases del disco en los estudios Odeón. Sin embargo, diversos motivos impidieron la concreción del mismo" (Revista Pelo)

"Fundamentalmente los inconvenientes nacieron en Juan Rodríguez y Rinaldo Rafanelli, quienes inmediatamente después de producida la separación, se metieron de llena en su nueva banda, Polifemo. El trabajo de este trío fue rápido e inmediato, tal es así que habían dado dos conciertos aún antes de la separación formal de Sui Generis. Además, grabaron un simple que ya fue editado. En lo que respecta a Charly y Nito, estos también prefieren dedicarse plenamente a sus futuras actividades. La única posibilidad que se baraja es la de editar en el futuro un álbum de recopilación, en el cual serían incluidos algunos de los números inéditos de Ha sido. Pero esta posibilidad es aún remota, porque había que completar las bases grabadas" (Revista Pelo)

"No creo que convenga editar un disco con lo poco que hay grabado, que por otra parte no es significativo, no aporta gran cosa a la historia de Sui Generis. Creo que Sui Generis son los dos primeros long plays. Que por otra parte son los que se siguen vendiendo. Ellos estaban llenos de pureza, de encanto, de ternura. Y representaban a un importante sector de la juventud. De ahí su permanencia. Sacar un disco con una recopilación es una posibilidad que he barajado, pero el éxito de los dos primeros me inhibe de hacerlo" (San Jorge Alvarez)

La película: Prohibida para menores de 18 años

"Sus actores no podrán ver la película de Sui Generis"

"Con la película no tuve nada que ver. Me dijeron que la película iba a salir bien y yo dije: 'Bueno, que salga'. Y cuando vi la que la habían prohibido para menores, pensé que era una reafirmación de que yo estaba diciendo cosas que no eran muy digeribles para el sistema. Yo quería poner algunas partes pornográficas para aprovechar la situación" (Charlie García)

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